jueves, 24 de septiembre de 2009

EN UN DÍA COMO HOY.

EN UN DÍA COMO HOY

He caído en todas las casillas
de los pecados capitales.
Pero hoy me tocas tú,
adiposa dama,
para sacarte a bailar.
¡Cuán gusto hibernar en verano!
Más duro será el despertar,
en tiempos de vendimia,
y ver el yermo tarde ya.
Quizá brinde por mi día
pero lo haré con cosecha ajena.

Dos espíritus me atormentan.
Uno me roe los huesos
despojados ya de carne.
El otro es una secreción estéril
que en nada puede beneficiarme.
Acusado y defensor en la misma figura,
dilucido la carga de la culpa.
El fardo,
pesado e invisible,
me asustó en su mera visión.
Liliputienses hilos me atenazan al suelo,
intangibles como mi misión,
me impiden echarla al hombro.

Balanza que me viste nacer,
ocupa tú el papel que yo no quiero;
sacarás los guijarros de tus platillos
para irlos cargando en mis fatigadas piernas.
Pero,
¿cuánto pesa la estela de un fantasma?
Me presenté como un espectro,
sobrevolando la causa que no podía tocar.
Centré mi aura en apoyaros,
entes corpóreos,
en esto que yo mismo me torné material;
pero el dorado sepulcro aún me reclama.

(Cambio de escenario)

Humillado una vez más,
aunque sea por justo motivo,
aquí estoy y sin ti brindo;
lo hago
con el responsable parcial de mi pena.
Tú hubieras sido,
eso sí,
perfecta.
Me queda el recuerdo
de la eclosión,
y la sonrisa futura,
vestida de verde,
a cortejar desde hoy.

En esta magna plaza,
en que tantos errores he parido,
quédense los de hoy.
Y tú,
y el lazo en que inconsciente nos uniste,
no se rompa aún.
Vínculo visible,
tan visible como quise ser
en un día como hoy.

23/9/09

domingo, 20 de septiembre de 2009

SODOMA DOS

SODOMA DOS

Sodoma del monte,
¿cuándo purgarás tus pecados?
Duro fue subir a la gruta,
alegórica sentina del vicio,
del fuego que nos consume
y amenaza con consumirnos en la impía ladera.
Oh, lujuria, única fuente de calor
aquella gélida noche de diciembre.
Oh, último círculo,
siempre vicioso.
Por dos veces me negué,
impúdico templo,
a regresar a tus muros.
A lo lejos observé tus bacanales,
reteniendo el magma que quiso hacerme explotar.
¿Volveré a ti, pérfida?
Me das la libertad
y me tiendes una celada.
Me ofreces tu amparo
y comercias conmigo.
Loteros somos,
y en bolas nos convertimos.
Y tu aparente disciplina,
en medio del libertinaje.
Cruel,
tiras a muchos en tu carrera.
Nave de la iglesia consagrada al falo,
al infértil órgano generador.

Sodoma dos.
Sodoma de la roca,
en tus establos aún se huele la sal.
Irónica ascensión aquella,
que no purifica,
la miasma cargada al hombro,
como símbolo punitivo de lo que las tinieblas ocultaron.

Cuando la luz del sol,
con dedo acusador,
nos reunió fuera de la muralla,
me alejé de vosotros.
Me sentía ajeno,
sentía un rubor aguijoneante,
de ajena y propia vergüenza.
¡Hipocresía!
Y me acerqué a ti,
que ahora estás lejos.
Quise quererte,
espíritus en direcciones contrarias
que nunca saben si convergen.

No quiero escribir poesía,
quiero vomitar poesía.
Querría ser el vate que augurara tu caída,
pero tal vez prefiera precipitarme con ella.

20/9/09

domingo, 13 de septiembre de 2009

Empezar de nuevo.

Decíamos ayer...



Bueno, mi ausencia ha sido larga pero no tanto. Ahora bien, este verano no tengo la excusa del postoperatorio ni nada que se precie. No hay excusas, tan solo la realidad y esta es que ha fallado la inspiración, aunque no será porque no tuviera temas dignos de convertir en poesía. Ni siquiera me salió, aunque sí algunos escritos de vocación poética, en las dos semanas en que he vivido solitario en Madrid. Pero jamás he tenido la intención de abandonar este blog, porque si la poesía es ahora un impulso secundario para mí puede que lleguen momentos en los que la convierta en primario.

Este verano se presentó el último número de la revista Azul Eléctrico, una publicación leonesa, cultural e independiente, de la que soy lector frecuente. Allí colaboran algunos amigos míos como Jorge Pascual, uno de cuyos poemas he colgado aquí (Jorge no sabía al principio que era yo quien llevaba esto, pero la confusión está felizmente subsanada) Voy a mandar una selección de mis poemas a dicha revista, por si les interesa que forme parte de su interesante proyecto. En este mundo tan subjetivo, otra cosa será si les gusta o les parece apropiado; en caso de que no tampoco voy a desanimarme, no lo hago por ínfulas de popularidad. Estoy dispuesto a aceptar todas las críticas porque en este sector ando muy perdido y necesito quién me guíe, como Virgilio a Dante.

Hoy he escrito algunos versos, pero me daré unos días para colgarlos. Cuando regrese por aquí quizá ya tenga la respuesta de la revista y os la pueda comunicar, con todo espero no tener que abrir más paréntesis prolongados, o al menos llenarlos con las composiciones de otras mentes más inspiradas que la mía.