domingo, 11 de julio de 2010

AUDEN´S AT LAST THE SECRET IS OUT... , DE JAIME GIL DE BIEDMA.

Me es casi imposible elegir un solo poema de la antología de Gil de Biedma, así que voy a colgar de momento este, no será el último.

AUDEN´S AT LAST THE SECRET IS OUT...

Como siempre ha de ocurrir
ya está sabido el misterio
y maduro, para dicho,
el cuentecillo indiscreto:
en los Cafés de la plaza
las lenguas lo están corriendo.
- Que la cabra tira al monte
y nunca hay humo sin fuego.

Tras el muerto en el estanque,
tras el fantasma en el huerto,
tras la señora que baila
y el hombre que bebe obeso,
tras la expresión de fatiga,
la jaqueca y el lamento,
existe siempre otra historia
que no es jamás la que vemos.

Tras la clara voz que ocultan
las tapias del monasterio,
tras los carteles del cine,
tras el olor de los setos,
tras las partidas de naipe,
la tos, las manos, el beso,
hay siempre una clase privada,
hay siempre un secreto perverso.

JAIME GIL DE BIEDMA.


sábado, 3 de julio de 2010

LUNES DE CARNAVAL.

LUNES DE CARNAVAL.


Me esperabas allá abajo,

bajo el símbolo,

en el simbólico día,

desprovisto de máscara,

ese lunes de carnaval.

De incógnito, decías,

frente a la lápida.

Allá arrojaste

tu antifaz,

a la lápida.


Gracias,

te necesitaba.

Con tu saliva pude

gritar más fuerte;

con tu saliva

recordar lo que se ignora.

Tú fuiste

la materia de nuestros cánticos;

por ti no me siento

mono de circo,

porque quedamos

a pleno sol,

en el punto neurálgico,

y que los retrovisores estallen

en un magma de malhadados cristales.


¡Ah!

Povera patria.

¿A dónde nos conduces?

¿A cuántas modalidades

del exilio?

No cambiará…

Discreta Sodoma mesetaria,

¿a quién crees que puedes engañar?

Sí que cambiará…

Cuando den las doce,

en el reloj,

y todos nos quitemos la careta,

¿lo hará la Muerte?

¿En eso quedará todo?

¿En un sepulcro autoconsciente

que se arroja puñados de arena?

Compartamos la esperanza,

como compartimos el nombre,

y compartiremos la existencia,

al menos varias estaciones más.

No quieras hundirme,

en un cenagal cuyo fondo es la hipocresía.

No lo consentiré,

aunque me expongas en tu

anfiteatro romano,

no necesito coturnos,

no hay tragedia

en este programa.


La megafonía se impone

a los bisbiseos.

La energía viene

de un beso en la mejilla

que parece casto, tras la

depravación.

Me puede quedar gozando

de los encantos de Circe.

Pero volví…

Y descubrí

otros nuevos.

También la ilusión

de retomar una senda discontinua.

Discontinuo es mi disfraz,

como el de un superhéroe,

salvo que no lo soy…

Es una segunda piel,

la piel

del león.


3/7/10