SONATINA DE AGOSTO.
¿Cómo me puedes querer?
No me conoces,
no ablandes los ya de por sí
derretidos sesos en este estío.
Espantoso, odiado mes
(aun con sus gratos recuerdos),
¿qué clase de figuras moldeas
con tu sopor?
Hasta las musas jadean…
Mes propicio para la duda,
para ideas que hierven en desorden,
para quemar los barcos
en escandinavo frenesí,
esperando, tal vez,
una nueva llegada a puerto.
Mes que invita a la pereza,
pero no a la calma…
Invita a la lujuria,
mientras nos roba las fuerzas.
Invita a la noche,
aunque la noche está vacía.
Invita a la búsqueda,
¿a la búsqueda de qué?
Ni con estudio ni con trabajo,
me cuesta encontrarte el sentido,
¿lo hallaré lejos,
muy lejos de aquí?
No tienes nada de augusto para mí,
mes poco poético que me hace
escribir, escribir mucho,
¿o debiera decir escupir?
¿Con qué me vienes ahora?
¿Otra vez los senos
esculpidos en materia lunar?
Debieras saber
que no tolero presiones,
que mis sábanas no se
arrugan porque sí,
ni voy buscando arrugar
las ajenas;
que aguanto bien las estocadas
doradas de Febo;
que pasarás pronto y,
quizá, antes me des
una agradable sorpresa.
Recibe ahora mi
canción, que no es
desesperada;
a tanto no llega tu poder..
4/8/10