sábado, 26 de febrero de 2011

HOWL.


El próximo mes se estrena Howl, película basada tanto en el poema de Allen Ginsberg como en su propia vida y las circunstancias que siguieron a su edición. Los directores son los mismos que convirtieron en un magnífico documental el libro El celuloide oculto que, casualidades de la vida, también compré en San Francisco, al igual que Howl. Tuve la suerte de comprar este librito, por siete dólares, en el mismo formato original en que aparece en la película y, ahora que la misma me ha aclarado algunas claves para su comprensión, tengo ganas de releerlo, cosa que haré con gusto.
La película es original en cuanto que combina fragmentos de la vida del poeta, una entrevista en la que expresa sus ideas, y el juicio que provocó el libro por su supuesta obscenidad, si bien a la postre quedó absuelto de sus cargos. Además, el alucinado poema se intenta plasmar en imágenes mediante unos dibujos surreales, que no pegan mucho aunque al menos son curiosos. No es este un retrato de la Generación Beat, aunque otros miembros de la misma aparecen en escena como sombras fugaces, objetos de deseo finalmente truncados para Ginsberg. Como ocurrió en Milk (¿y en su biografía de James Dean?), James Franco encarna a un personaje verídico homosexual. Este actor, que mañana presentará los Oscar, tiene tendencia a aceptar esta clase de roles en cintas independientes, lo cual, unido a su natural belleza y simpatía, hace que sea de mis favoritos. Nada que ver con su nominación a la estatuilla, ese montañero que, moribundo, duda sobre si masturbarse con el brazo que aún le queda libre, ja, ja. Me quedo con su recreación de Allen Ginsberg.
No voy a reproducir el poema, que es demasiado largo, pero os lo recomiendo, bien en una versión original como la mía o traducido. La verdad es que, tras leerlo, uno tiene ganas de lanzar su propio aullido, ja, ja. Quizá lo haga...

miércoles, 16 de febrero de 2011

HUMO.

HUMO.


Humo que no me dejas ver el sol,

miasma tóxica que me arrebataste

instantes de placer,

que corrompiste a mis amigos,

que disputaste a mis amantes.

¿Dónde está, pues,

tu aureola de felicidad?

Si te adueñas de las voluntades,

hasta que no se con quién hablo.

Quédate, pues,

con tus agradecidos zombis.

Arranqué la hoja de entre mis planes,

la enrollo como si fuera un canuto,

de fieles apóstoles,

hueca por dentro la quemaré

hasta que salga otro humo,

la fumata ante la que cabe

esperar una nueva era,

un horizonte sin cortinas;

retén el humo en tu cerebro,

así me dejará ver el sol.


16/2/11

viernes, 11 de febrero de 2011

LA VERDAD.

LA VERDAD


El silencio se ha roto…

La verdad,

tantas veces velada,

y a veces se abre camino.

¿Para qué hacer daño?

¿Para qué mimetizarse

con aquellos leves fantasmas,

repetir en otros sus actos?

No…

No puedo negarte,

aunque nunca te alcance.

Si todas las madrugadas

tu imagen se me aparece,

¿te negaré hoy?

¿Me engañaré a mí?

¿Le engañaré a él?

No…

Ábrase la verdad,

aunque descanse en un lecho

de deseos cuasi abortados.

Aunque quizá nos separen

más allá de dos décimas…

Quizá, en el futuro,

cuando las ideas sean tan claras como el horizonte,

veremos si esa verdad se tambalea

o resiste.


11/2/11