domingo, 15 de enero de 2012

Nuevas vías.

Ayer me dijo un amigo que le gusta más mi poesía que mi prosa, si bien no ha leído todas mis novelas. Lo cierto es que me alegré de escuchar eso, como sea que nunca he tenido una vocación profunda de poeta. Yo no era, desde luego, de esos adolescentes que dedican sus poesías a alguna mujer, u hombre, o lo que sea. Lo mío llegó más tarde. 
Es lo bueno de la creatividad, que puede expresarse por vías diversas. En las circunstancias actuales, me frustro cuando pretendo poner los pilares para una nueva novela, pero por fortuna hay retos más asumibles, como ya hemos comentado aquí. Todavía no he hecho una pequeña selección de poemas, y ahora creo que podría complementarse con la confección de uno o dos relatos, quizá también englobados bajo el título mismo de este blog. Ya veremos. Nunca se me dieron bien los cuentos. Yo siempre he sacado historias para novelas, aunque fueran novelas reducidas. No obstante, tras leer un par de cuentos de Roberto Bolaño y guiándome por la inspiración de un autor referencial en ese sentido como es Truman Capote, creo que podré pergeñar alguno de mediana calidad, con el que foguearme en esos concursos sin número de provincias (quizá ya no tantos, que no están las arcas para dispendios). Seguiremos informando, por este blog o el otro.