domingo, 13 de mayo de 2012

Leves críticas.

Había quedado, hace meses, en enseñarle algunas de mis poesías a un profesor que ya no me da clase (ni creo que me la vuelva a dar). Tenía interés en saber su opinión porque es crítico de poesía. Solo quería saberla: ni la iba a asumir como verdadera, ni iba a dejarme influenciar por ella. Le entregué seis poemas y, eso sí, creo que fui torpe a la hora de poner en el primer lugar uno de carácter burlesco y poco lírico. Tengo cierta sospecha acerca de que, o solo leyó ese, o al resto no les prestó mucha atención. 
Porque, veamos, las críticas que me hizo pueden referirse sobre todo a ese, pero los seis poemas eran de sensibilidades distintas. ¡Ya lo creo, al fin y al cabo fui yo quien los escribió! Y no de todos puede decirse que estén en la onda del realismo sucio, o que sean de rima fácil. En todo caso, hay algo en que sí estoy de acuerdo con él, y es en que no voy a mandarlos a concursos, porque no creo que me los premien. No, yo los escribo para mí, para colgarlos aquí por si alguien  tiene interés en ellos y, si me diera el capricho de sacar un poemario en papel, lo haría pagando o sin pagar. Poesía es lo que yo quiero que sea poesía, y en eso no voy a cambiar.