jueves, 29 de diciembre de 2016

Le journal de Hitch: Anus Horribilis.



Ha sido un año breve en este blog, cierto, pero al menos ha sido un año, en sí, consistente, no como el lamentable abandono en que se sumió este espacio rosita en el pasado. Por lo que respecta a la vena poética, ha dado sus frutos, hasta hace poco secretos, y es por ello que no ha habido repercusión de los mismos por aquí. 
El juego de palabras del título me resultaba más que obvio. ¡Anus! Un culo como un año. Al menos desde la perspectiva tradicional, que considera ese órgano un sumidero de las bajas esencias, un símbolo nefando que se debe evitar por abyecto. Yo no. Yo celebro el culo, la revolución anal en la senda de Beatriz/ Paul/ whatever Preciado, un culo andrógino y destructor del género. Si este año hemos ido de culo, considero que la mejor manera de entrar en el que viene sería con el culo en pompa. Yeah. Lo haría si estuviese solo el sábado, pero no me voy a desplazar a los cuarteles ovetenses solo para bajarme los pantalones y luego ni siquiera subir el testimonio aquí (uno todavía tiene una reputación intacta). 
El journal de Hitch, en versión física, me ha acompañado hasta aquí y tal vez pueda ir pergeñando nuevas ideas, con la ayuda de nuevas herramientas, como ese portátil que tal vez me librará de esta basura de cursor que borra mis líneas al azar y probablemente alguna cámara de foto y vídeo de segunda mano, a la espera de que llegue algún ingreso. El estudio (Factory) de Hitch tendrá que esperar un poco más, pero llegará. Deseos concretos, nada volubles, para el nuevo año. 
Echemos un grueso telón sobre este annus anal, este periodo agridulce de montañas como culos y culos pétreos como montañas. Que las curvas futuras nos sean más favorables y no tan peligrosas.