jueves, 16 de abril de 2009

VIERNES DE PASIÓN.



VIERNES DE PASIÓN.

Rosa o no rosa,
clávame tus espinas.
Rosa o no rosa,
floreciste para mí
en esta incierta primavera.
De mis cuidados
dependerá que no te marchites.

Intuí en ti la pasión,
la que no he tenido este viernes…
Se quedó en el umbral.
Cebada, envejecida e inconstante,
enseñándome cosas que ya conozco.

¿Cuántas pasiones me volvieron ayer la espalda?
¿Eras tú, de verdad, ese viejo fantasma,
embozado en una capa,
negándonos tu mirada?

Y el beso traicionero,
pero puro,
que me ofreciste…
Demasiadas pasiones.
Demasiadas emociones
en una sola noche.

10/4/09

viernes, 10 de abril de 2009

LA ÚLTIMA CENA.


Ya podéis ver cuán retorcida es la inspiración... Basta quejarse de que no aparece para que vuelva como un torrente, aunque sea para arrojaros esto que no se si es poema o cómo llamarlo, en todo caso es lo mejor que puedo ofrecer ahora así que hasta la próxima, que espero que sea pronto.


LA ÚLTIMA CENA.

Genarín, Genarín,
el entierro del higadín.
Ridículo sileno delirante,
no será a ti a quien cante.
Osos polares borrachos
joden zorras y lavabos.
¡Oh, musa, entra en el armario,
quédate a vivir!

(…)

Guadianesca inspiración,
no me abandones,
en esta sacra noche.
Me he comido dos hojas
como dos hostias,
dos cuerpos de Cristo y
vino, cayendo como el rocío
sobre las piedras,
procesión cateta,
procesión pagana,
vivid y bebed,
iniciados de la Locura,
y salid de vuestro arcón
cerrado con siete llaves,
siete veces siete,
siete muertes siete,
judíos, moros, gnomos,
salidos, ninfas y sátiros.
Espero en mi habitación.
Espero a Follot.
Espero el Encuentro
en alma y cuerpo,
rodando por el suelo.

¡Ja, ja! Me desdigo
del fucking desastre.
Mis versos, hirviendo,
traidores como Judas,
aparecen ahora, antes
de que se marche la memoria,
la me, me, memoria,
me moría.
¡Me muero,
oh cielos,
guarda para el futuro
este momento!
¡Ya huelo el incienso!
Carraquea carraca,
incesante martilleo,
rac, rac, rac, rac.

Poema como esperma,
sales de dentro,
he de libertarte,
liberarte como a veneno.
¿Quién llama?
¿Quién perturba mi calma?
Dejadme,
esta última cena
a solas
y con ellas.
Dejadme,
que apure el cáliz
antes de ir al calvario.
Dejadme,
aunque no lo entendáis,
no es algo que yo pidiera.
Dejadme,
pues puede que ni yo mismo me entienda.

Dejadlo para esta noche,
las cruces y el cruzamiento.
Dejadme descansar
de ese invento del infierno.
Vengan luego los reproches…
Diluidos en el hielo.
Y las ansias, y la espera,
¿y tu resentimiento?
Y la esperanza volátil.
Volatilizo la esperanza
sobre mí, esperando…
¿Qué? ¿Tu llegada?
No siento
la pasión.
¿Qué es eso?

Soledad que detesté…
Breve será nuestra cita.
Bella te encuentro hoy.
¿Te estoy aburriendo?
Perdona este monólogo,
al que estarás acostumbrada.
Hablo para mí.
Hablo… Porque nos echaron de casa
y esas baladas de plata
¿volverán?
Deja que abuse hoy de ti,
solo un rato lo prometo.
Sola te dejaré luego.
Despiertas celos, celos.
Mujer fatal,
como el veneno.
Un poco de ti me sana.
Un mucho…
Y ya no me volverás a ver cuerdo.

Cuando vuelva, querida,
no me esperes despierta.
Si mis dedos te acarician…
Duerme tranquila y serena.
Duerme, duerme ajena
a esta noche de narcisos,
esta noche de borrachos,
de reencuentros ,
de involucionismo y,
por qué no, de cristianos.

Que este sea el único vómito
que de mí salga hoy.
Genaro, Genaro,
cuán retorcida es la vía
de la inmortalidad.

9/4/09

domingo, 5 de abril de 2009

FUCKING DESASTRE.

Desde hace un par de meses no me sale ninguna poesía. No es que me falle el imaginario o la inspiración, eso me sobra, pero las condiciones a la hora de plasmar todo eso en papel son bastante deficientes, por razones ajenas tanto al blog como a mi persona. Pero no es mi intención abandonar este blog, desde luego, porque el futuro puede traer épocas más fecundas a este respecto, incluso aunque tarde años en lograrlo... Seguiré colgando, en ocasiones, poemas de autores consagrados, o de autores amigos que quizá tengan algunas lagunas en la memoria. No obstante, las musas no descansan para mí, así que os remito al otro blog, a la serie Pigmalión y a otros proyectos que confío vayan surgiendo cuando la carga de trabajo disminuya un poco.

domingo, 15 de marzo de 2009

CANCIÓN DE LA VIDA SOLITARIA.

Hum... En otros sitios yo la había encontrado como Oda a la vida relajada, o algo así. Lo cierto es que no se puede decir que mi vida sea solitaria, pese a que esta tarde me halle enclaustrado en mi estudio. Sin embargo, voy a reflejar el inicio de este poema de mi cuasi-tocayo Fray Luis de León para indicar que, tras varios periplos, este fin de semana ha sido de una relativa calma en esta ciudad.

CANCIÓN DE LA VIDA SOLITARIA.

¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspes sustentado!
(...)

FRAY LUIS DE LEÓN

domingo, 15 de febrero de 2009

CANCIONERO DE PETRARCA.


Ayer fue San Valentín, que no es una fecha que me entusiasme aunque esta vez alguien se acordó de mí en ella, cosa que me alegra pese a todo. Como concesión cultural, y ya que este es el libro de los amores improbables, voy a poner el soneto primero de uno de los más grandes poetas amorosos de la Historia, Petrarca. Que os enamoréis bien.


Los que, en mis rimas sueltas, el sonido

oís del suspirar que alimentaba

al joven corazón que desvariaba

cuando era otro hombre del que luego he sido:


del vario estilo con que me he dolido

cuando a esperanzas vanas me entregaba,

si alguno de saber de amor se alaba,

tanta piedad como perdón le pido.


Que anduve en boca de la gente siento

mucho tiempo y, así, frecuentemente

me advierto avergonzado y me confundo;


y que es vergüenza, y loco sentimiento,

el fruto de mi amor sé claramente,

y breve sueño cuanto place al mundo.


PETRARCA

lunes, 9 de febrero de 2009

LA LETRA ROJA.

Basado en la gran novela de Nathaniel Hawthorne, que os recomiendo pero, eso sí, advierto que no es fácil de leer.

En el nuevo Edén,
el Infierno.
En la selva,
la salvación.
En el vacío,
el orgullo.
En el escaño,
exposición.

Rojo, oasis rojo.
Salvoconducto escarlata
que te aisla y te separa.
Meteoro que das color
al mundo,
al oscuro mundo.
Dulce prenda adosada
a un pecho que, por impuro,
yerto y níveo no es;
señal de castigo futuro.

Pecadora,
si yo pudiera
acompañarte en la picota.
Yo te corono.
Tú me coronas
Dulce pecado
que unirnos pudo.
La enseña rosa.
¿Dó estás ahora?
Como siempre, sola.

El pasado y el presente
se juntan en mi mano.
Y ese sórdido perfil,
ese cariz puritano,
ensombrece los perfiles
como antaño,
como antaño...

Más vale llevar la marca,
que mi pecho abrasado
lo proclame, como letra
escarlata anuncie el hado.
Me perderé en el bosque,
desandaré lo andado.
Libres seremos allí,
el río del olvido al lado.
No pagaremos tributo
ni al ilustre purpurado
ni a los dóciles próceres
por los que es adulado.

Presto, prepara el estrado
aquí, en la catedral.
Atended, conciudadanos :
me presento ante vosotros
como individuo honrado,
de esquizofrenia amorosa
y, tal vez, predestinado.
Por las calles que paseáis
vuestro ideario envarado,
si hacia mí volvéis la faz,
los rostros rotos y rancios,
quizá no veáis la señal
que alumbra mi costado.
Ni luce como pensáis,
ni está en terreno vedado.
Y antes de que juzguéis,
pensad si seréis juzgados.

Letra roja,
libro olvidado.
Que me hablas en pasado.
Y yo me veo ahora,
viejo papel,
reflejado.

8/2/09

domingo, 1 de febrero de 2009

MORIR DE VIENTO.


Ayer, por eso de celebrar mi primer y relativo triunfo en Segundo de Filología, estuve alternando con dos buenos amigos que a la vez son buenos poetas, como sea que uno haya publicado y el otro no. Del primero voy a pasaros un enlace que espero encontréis interesante:




Y, ya que él posee muchas más tablas poéticas que yo, voy a seleccionar aquí una de las composiciones de su primer poemario, Morir de viento, que tengo dedicado de su puño y letra. Con todos ustedes, Jorge Pascual:


Es curioso cómo caen las piedras
por su cara más detestada.


¡Cuántas astillas se me han clavado por existir!
¡Cuántas astillas tengo porque existo!
Cuántas astillas tengo en el pecho, astillas de mirar, de quedarme... sí/
Lleno de sangre.
Cuántas astillas escupo y cuántas se me clavan por dentro,
y no en el pecho sino en futuros tiempos.
¡Cuántas astillas me veías y me quitaste! Gracias.
Y te quité, ya no se cuántas.
¡Cuántas astillas en un piso vacío!
¡Cuántas astillas destrozan la noche y cuáles el día!
Cuántas astillas, de esas verdes y lujosas, de simpatía arbórea,/
de tiempos tan sublimes,
de llantos pequeños con caballos de tres patas,
primero manchaban el cielo, se insertaban,
luego roían universos, los agujereaban ya hace tiempo...
Ya no recuerdo...
Pero dime, ¡cuántas!


JORGE PASCUAL