viernes, 7 de noviembre de 2008

MIERDA Y PLACER.

Tenía mis dudas sobre si colgar este poema o no; como sea que este blog no lo leen más que los cuatro gatos a los que me refiero abajo, me arriesgaré. No es que sea Garcilaso de la Vega, je, je, pero bueno, también tiene su parte de referencia mitológica. Me estoy pensando si incluirlo en la terna que le presentaré a mi profesor, que es el crítico de poesía en el Diario de León...

MIERDA Y PLACER


Caperucita Roja.
No es metáfora.
Es la realidad.
Perrault y Sade lo sabían.
Oculto significado.
Capucha roja.
Fresa bastarda.
Mierda y placer
que llegan a la vez.
Remedo a Lizano:
¡Oh, mierda excelsa
que sales del ano!
No buscas la luz
de manera voluntaria.
No te quiero
pero me encuentras.
¡Petróleo, crudo,
verdugo de Sadam!
Perforan y te encuentran.
Pero tú, mierda,
no vales nada.
De ahí tu nombre.
Alimentas a la tierra,
pero no al hombre,
salvo excepciones
extrañas
pero respetables.
¡Busqué el placer
y hallé la mierda!
Dos aspectos
ineludibles
en una vida.
¿Me castigáis,
oh dioses?
Mis disculpas,
pero sois vosotros
quienes me indicasteis
la entrada errónea.
¡Soy un Teseo,
perdido en los túneles!
Salgo del estercolero,
aunque estuviera a gusto.
Cambios mis ropas.
Me pongo la capucha roja.
Me gusta cómo huele.
Bajo su protección,
buscaré otra vez el camino.
El del placer,
limpio esta vez.
En mi cuerpo,
que no en mi mente.
En el fondo,
todos lo queréis:
Mierda y placer.

(Fecha desconocida, comienzos del 2007)

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