domingo, 9 de diciembre de 2007

LA CEBRA Y EL ESPEJO.


LA CEBRA Y EL ESPEJO.



En un día como hoy. Siempre en un día como hoy.
A través del plástico, besé a un ángel.


La cebra y el espejo,
testigos mudos de esta comedia sin gracia.
La cebra y el espejo
contemplan esta vida
pero no la ven desperdiciada,
arrojada y cayendo
en círculos concéntricos.

Negro sobre blanco.
Blanco sobre blanco.
Las paredes no hablan,
de nada podrán acusar.

Amiga cebra,
por muchas rutas cabalgamos
en esta senda de vergüenza,
sin que un solo gruñido
expulsara tu cálida mullidez
tras soportar estas cargas.

Amigo espejo,
por ser inerte piedra reflectante
reprimo mis ansias de acercar el acero a tu garganta
y así silenciar las escenas
que de tan solo mis neuronas se empaparon
y tan solo ellas tenían el derecho de hacerlo.

Mujeres anónimas.
Hombres anónimos.
Gira la rueca,
pero el contador no avanza.

Siguen la cebra y el espejo
prestando su piel como fin de lo innombrable,
grabando en su retina
el ridículo de Narciso.

Lamentables cebra y espejo,
seguid así
mientras la necesidad no os mude.


7/12/07

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