domingo, 17 de julio de 2016

Le journal de Hitch, II


 La verdad es que me hubiera gustado venir más por estos lares pero, ¡carallo!, mi alter ego al otro lado del blog ha tenido un año de mierda, así que no ha habido mucho tiempo de implementar su criatura. ¿Año de mierda? Mon dieu, no será para tanto, según las sábanas que ha visitado (pero yo soy una tumba, una sólida tumba). En todo caso, inmerso como está en esos temas marranos de analidades, vaginalidades y demás ralea, la primera obra que me ha salido también se recubre, por contagio, de esa pátina violeta. ¡Ni tanto! El Purple Moses es la transmutación de una antigualla (que salió a cero ñapas), que requería una buena capa de barniz, a icono anti-patriarcal. Y, claro, pocos ha habido más patriarcas que el bueno de Moses, el término se inventó de hecho para tipos barbudos con túnica como esos. ¿No?


 Sea un engendro o no, ahí está, a la espera de que salgan más ideas. Y, con este calor, lo más probable es que se sequen. En todo caso, Hitch no se para por vacaciones. ¡No! Aunque no lo parezca, mi creatividad siempre se eleva, como el humo de esa pipa Gandalf style que pillé en el rastro. ¡El rastro! Verdadero santuario para gente que gusta de hacer arte con la basura, sobre todo por razones de presupuesto. Hitch regresará, reestructurado. Habrá que capar algún espacio inútil, pero no este, desde luego. Que no tengan que pasar meses hasta la próxima entrega de este boletín. Salut!


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