domingo, 5 de abril de 2009
FUCKING DESASTRE.
Desde hace un par de meses no me sale ninguna poesía. No es que me falle el imaginario o la inspiración, eso me sobra, pero las condiciones a la hora de plasmar todo eso en papel son bastante deficientes, por razones ajenas tanto al blog como a mi persona. Pero no es mi intención abandonar este blog, desde luego, porque el futuro puede traer épocas más fecundas a este respecto, incluso aunque tarde años en lograrlo... Seguiré colgando, en ocasiones, poemas de autores consagrados, o de autores amigos que quizá tengan algunas lagunas en la memoria. No obstante, las musas no descansan para mí, así que os remito al otro blog, a la serie Pigmalión y a otros proyectos que confío vayan surgiendo cuando la carga de trabajo disminuya un poco.
domingo, 15 de marzo de 2009
CANCIÓN DE LA VIDA SOLITARIA.
Hum... En otros sitios yo la había encontrado como Oda a la vida relajada, o algo así. Lo cierto es que no se puede decir que mi vida sea solitaria, pese a que esta tarde me halle enclaustrado en mi estudio. Sin embargo, voy a reflejar el inicio de este poema de mi cuasi-tocayo Fray Luis de León para indicar que, tras varios periplos, este fin de semana ha sido de una relativa calma en esta ciudad.
CANCIÓN DE LA VIDA SOLITARIA.
¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspes sustentado!
(...)
FRAY LUIS DE LEÓN
CANCIÓN DE LA VIDA SOLITARIA.
¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspes sustentado!
(...)
FRAY LUIS DE LEÓN
domingo, 15 de febrero de 2009
CANCIONERO DE PETRARCA.

Ayer fue San Valentín, que no es una fecha que me entusiasme aunque esta vez alguien se acordó de mí en ella, cosa que me alegra pese a todo. Como concesión cultural, y ya que este es el libro de los amores improbables, voy a poner el soneto primero de uno de los más grandes poetas amorosos de la Historia, Petrarca. Que os enamoréis bien.
Los que, en mis rimas sueltas, el sonido
oís del suspirar que alimentaba
al joven corazón que desvariaba
cuando era otro hombre del que luego he sido:
del vario estilo con que me he dolido
cuando a esperanzas vanas me entregaba,
si alguno de saber de amor se alaba,
tanta piedad como perdón le pido.
Que anduve en boca de la gente siento
mucho tiempo y, así, frecuentemente
me advierto avergonzado y me confundo;
y que es vergüenza, y loco sentimiento,
el fruto de mi amor sé claramente,
y breve sueño cuanto place al mundo.
PETRARCA
lunes, 9 de febrero de 2009
LA LETRA ROJA.
Basado en la gran novela de Nathaniel Hawthorne, que os recomiendo pero, eso sí, advierto que no es fácil de leer.
En el nuevo Edén,
el Infierno.
En la selva,
la salvación.
En el vacío,
el orgullo.
En el escaño,
exposición.
Rojo, oasis rojo.
Salvoconducto escarlata
que te aisla y te separa.
Meteoro que das color
al mundo,
al oscuro mundo.
Dulce prenda adosada
a un pecho que, por impuro,
yerto y níveo no es;
señal de castigo futuro.
Pecadora,
si yo pudiera
acompañarte en la picota.
Yo te corono.
Tú me coronas
Dulce pecado
que unirnos pudo.
La enseña rosa.
¿Dó estás ahora?
Como siempre, sola.
El pasado y el presente
se juntan en mi mano.
Y ese sórdido perfil,
ese cariz puritano,
ensombrece los perfiles
como antaño,
como antaño...
Más vale llevar la marca,
que mi pecho abrasado
lo proclame, como letra
escarlata anuncie el hado.
Me perderé en el bosque,
desandaré lo andado.
Libres seremos allí,
el río del olvido al lado.
No pagaremos tributo
ni al ilustre purpurado
ni a los dóciles próceres
por los que es adulado.
Presto, prepara el estrado
aquí, en la catedral.
Atended, conciudadanos :
me presento ante vosotros
como individuo honrado,
de esquizofrenia amorosa
y, tal vez, predestinado.
Por las calles que paseáis
vuestro ideario envarado,
si hacia mí volvéis la faz,
los rostros rotos y rancios,
quizá no veáis la señal
que alumbra mi costado.
Ni luce como pensáis,
ni está en terreno vedado.
Y antes de que juzguéis,
pensad si seréis juzgados.
Letra roja,
libro olvidado.
Que me hablas en pasado.
Y yo me veo ahora,
viejo papel,
reflejado.
8/2/09
En el nuevo Edén,
el Infierno.
En la selva,
la salvación.
En el vacío,
el orgullo.
En el escaño,
exposición.
Rojo, oasis rojo.
Salvoconducto escarlata
que te aisla y te separa.
Meteoro que das color
al mundo,
al oscuro mundo.
Dulce prenda adosada
a un pecho que, por impuro,
yerto y níveo no es;
señal de castigo futuro.
Pecadora,
si yo pudiera
acompañarte en la picota.
Yo te corono.
Tú me coronas
Dulce pecado
que unirnos pudo.
La enseña rosa.
¿Dó estás ahora?
Como siempre, sola.
El pasado y el presente
se juntan en mi mano.
Y ese sórdido perfil,
ese cariz puritano,
ensombrece los perfiles
como antaño,
como antaño...
Más vale llevar la marca,
que mi pecho abrasado
lo proclame, como letra
escarlata anuncie el hado.
Me perderé en el bosque,
desandaré lo andado.
Libres seremos allí,
el río del olvido al lado.
No pagaremos tributo
ni al ilustre purpurado
ni a los dóciles próceres
por los que es adulado.
Presto, prepara el estrado
aquí, en la catedral.
Atended, conciudadanos :
me presento ante vosotros
como individuo honrado,
de esquizofrenia amorosa
y, tal vez, predestinado.
Por las calles que paseáis
vuestro ideario envarado,
si hacia mí volvéis la faz,
los rostros rotos y rancios,
quizá no veáis la señal
que alumbra mi costado.
Ni luce como pensáis,
ni está en terreno vedado.
Y antes de que juzguéis,
pensad si seréis juzgados.
Letra roja,
libro olvidado.
Que me hablas en pasado.
Y yo me veo ahora,
viejo papel,
reflejado.
8/2/09
domingo, 1 de febrero de 2009
MORIR DE VIENTO.

Ayer, por eso de celebrar mi primer y relativo triunfo en Segundo de Filología, estuve alternando con dos buenos amigos que a la vez son buenos poetas, como sea que uno haya publicado y el otro no. Del primero voy a pasaros un enlace que espero encontréis interesante:
Y, ya que él posee muchas más tablas poéticas que yo, voy a seleccionar aquí una de las composiciones de su primer poemario, Morir de viento, que tengo dedicado de su puño y letra. Con todos ustedes, Jorge Pascual:
Es curioso cómo caen las piedras
por su cara más detestada.
¡Cuántas astillas se me han clavado por existir!
¡Cuántas astillas tengo porque existo!
Cuántas astillas tengo en el pecho, astillas de mirar, de quedarme... sí/
Lleno de sangre.
Cuántas astillas escupo y cuántas se me clavan por dentro,
y no en el pecho sino en futuros tiempos.
¡Cuántas astillas me veías y me quitaste! Gracias.
Y te quité, ya no se cuántas.
¡Cuántas astillas en un piso vacío!
¡Cuántas astillas destrozan la noche y cuáles el día!
Cuántas astillas, de esas verdes y lujosas, de simpatía arbórea,/
de tiempos tan sublimes,
de llantos pequeños con caballos de tres patas,
primero manchaban el cielo, se insertaban,
luego roían universos, los agujereaban ya hace tiempo...
Ya no recuerdo...
Pero dime, ¡cuántas!
JORGE PASCUAL
domingo, 18 de enero de 2009
UNA VERDAD.
Una de mis seguidoras, y colaboradoras, más incondicionales ha vuelto a enviarme una muestra de su creación, ahora que yo ando más enredado en cuestiones generales sobre el lenguaje antes que en ponerlo en uso. Se lo agradezco de todo corazón, y sigo animando a quien quiera a que contribuya en este blog con poesías propias o ajenas.
"Una Verdad"
Si yo pudiera o pudiese, si yo leyera o leyese.
Si el verdadero conocimiento estuviera a disposición de lo inmediato.
¿Cuantas almas revividas?
Cuántos hechos en su punto justo.
"La jurisprudencia".
Para forzar la realidad en un mágico e insatisfecho mundo.
De hecho mi utopía es solo teórica;
pero si es cierta en aquellos que lo hacen sin darse cuenta.
Tal vez estaba en lo cierto entonces,
en estos minutos de riesgo.
De eso se trata.
Divina y lógica sensibilidad humana.
La razón no superará a la inocencia del que verdaderamente sabe vivir.
María Febrero Galán
"Una Verdad"
Si yo pudiera o pudiese, si yo leyera o leyese.
Si el verdadero conocimiento estuviera a disposición de lo inmediato.
¿Cuantas almas revividas?
Cuántos hechos en su punto justo.
"La jurisprudencia".
Para forzar la realidad en un mágico e insatisfecho mundo.
De hecho mi utopía es solo teórica;
pero si es cierta en aquellos que lo hacen sin darse cuenta.
Tal vez estaba en lo cierto entonces,
en estos minutos de riesgo.
De eso se trata.
Divina y lógica sensibilidad humana.
La razón no superará a la inocencia del que verdaderamente sabe vivir.
María Febrero Galán
domingo, 11 de enero de 2009
Las dos Españas, por Antonio Machado.

Ayer vi Los Girasoles Ciegos, película que me confirmó las pocas esperanzas que tenía en ella. No es que sea mala, pero no merece tener quince candidaturas a los Goya, mucho menos que sea proclamada mejor película del año como supongo que será. Primero, porque lo que cuenta no es nada nuevo; ya lo habían contado filmes anteriores, y de mejor manera. Que me perdone el maestro de guionistas, Rafael Azcona, ya que este fue su trabajo póstumo, pero el desarrollo me parece simplón, y muy previsible; por ello, cuando llega el final poco emociona. Los intérpretes son buenos, excepto algún fallo de reparto, sin embargo dan ciertas muestras de apatía a veces. En resumen, considero que, si bien el trasfondo de la película es progresista (faltaría más), su puesta en escena emana un academicismo conservador que seguro le da alas en los Goya, no tanto en los Oscar.
No obstante, el filme tiene buenos momentos, como ese en el que Javier Cámara lee un poema de otra ilustre víctima de la Guerra Civil, Antonio Machado. Por ello, voy a colgar una famosa coplilla del mismo, que resume bastante bien el espíritu de esta película y tantas otras.
PD- A las razones que alegué para no ver la gala de los Goya, añado una decisiva: la gala es el 1 y tengo examen el 2. No es que sea de estudiar mucho, pero tampoco puedo andarme por las ramas...
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
ANTONIO MACHADO
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